domingo, 21 de enero de 2007

Hablando sin saber, o para qué sirve un weblog

Mi primera respuesta, y la única por mucho tiempo, fue que un blog no sirve absolutamente para nada. Bueno, capaz sirve, para la gente que, incapaz de comunicarse por las vías tradicionales (preinternet), y gravemente faltas u horrendamente necesitadas de afecto encuentren contención en gente... con la misma patología. Momento, yo pensaba que para eso estaban los foros... Momento (2), insultar a los (inmensamente muchos) usuarios de foros y blogs... no me parece una actividad productiva. Como para que se den una idea del increíble número de blogs existentes, prueben averiguarlo. La profundidad de mi investigación toco fondo con google, y el resultado más reciente es de hace 6 meses, así que siéntanse libres de duplicar o triplicar los resultados, aquí. Dato importante; si son tantos, algo de bueno deben de tener.

Sin profundizar en el tema de las moscas y la mierda, es vital reconocer de entrada las formas en las que los blogs afectaron la calidad de vida de sus usuarios (eso si, dejemos de lado los casos de las nenitas violadas por adultos que las contactaron a través de myspace, aunque la idea de violar nenas, por más enferma que sea, tiene más lógica que demandar a la página por la que se consumó el contacto, ¿o no?)

China: El no tan común sentido común le falló a un par de personas cuando pensaron que la Ciudad Prohibida era un buen lugar para Starbucks, pero, gracias al blog de un ciudadano de alta conciencia social, ahora los 6 locales de esta franquicia corren el riesgo de desaparecer del Palacio Imperial. ¡Un punto para los bloggers! En vez de imprimir panfletos comunistas y diseminar propaganda en contra del imperio, a este chino le bastó con sentarse frente al monitor y teclear su opinión, y a más de 540.000 internautas les bastó con sentarse frente al suyo y prender la computadora para leerla (gracias yahoo noticias)

¡Arrodíllense ante el poder de los blogs! ¿Se imaginan al tipo juntando firmas para echar a semejante monstruo multinacional de una de las atracciones turísticas más concurridas de Beijing? ¡Juajua! Pero no se olviden que yo estaba en contra de los blogs, así que ahora me toca a mí. No era ese un chino cualquiera, para nada; era Rui Chenggang, director y presentador de BizChina, un programa de negocios transmitido por CCTV International, y columnista del Beijing Youth Daily, importante diario de Beijing, y miembro de la junta directiva de la Orquesta Sinfónica Nacional de China. Mamaaaaaaa, alto chino, ¿no? ¡Para mí que mi blog no va a tener en un año la cantidad de visitas que este tipo tiene por día! Lo que me lleva al siguiente tema, que es básicamente un resumen opinado de unos artículos publicados en la edición de enero de 2007 de Le Monde Diplomatique, edición cono sur (lamentablemente los artículos no están disponibles en internet).

La historia de los medios de comunicación se podría simplificar a este esquema: siempre que aparece un medio nuevo, primero da la impresión de expandir la libertad de expresión, y después es controlado por las grandes potencias económicas, que lo "normalizan", es decir, lo configuran para que cumpla con sus propios designios. No importa cuantos blogs se escriban sobre cualquier tema, cuando necesitamos información, seguimos recurriendo a los medios clásicos, los únicos confiables, que simplemente vuelcan en sus paginas de internet exactamente la misma información que publican o transmiten en sus diarios y programas, muchas veces sin siquiera revisar sus fuentes, subiendo los cables de agencias como Reuters o Associated Press sin ninguna clase de edición, convirtiendo a internet en una "enorme caja de resonancia, donde textos idénticos se propagan de un sitio a otro" (acá van a encontrar un informe interesante, de los veinte sitios más visitados durante 2005 en EE.UU., 17 estaban ligados a grupos de información tradicionales). Es decir, internet llegó, pero no cambió mucho, al menos no para mejor.


Quemé demasiadas neuronas en esto, continuará...

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